El aprendizaje se va a ver limitado únicamente por nosotros como personas hasta que decidamos dejar de aprender, pero debemos de tomar en cuenta que todos los días aprendemos algo nuevo, desde el programa Té Digital debo de confesar que he tenido oportunidades enormes para complementar este aprendizaje, un tema que hemos hablado en varias ocasiones es sobre la privacidad.
La privacidad, especialmente la privacidad digital, puede parecer un concepto abstracto, incluso en alguna ocasión conversando con un colega (R.B.) me menciono que hoy en día la privacidad no existe. Por otro lado, a medida que han ido aumentando las preocupaciones sobre el terrorismo en los últimos años, los gobiernos han tratado de inmiscuirse cada vez más en la privacidad de los ciudadanos, apelando a la seguridad nacional, después de todo el punto de inflexión para nadie es un secreto fue el 11/09.
Debemos de partir que muchos usuarios hoy por hoy estamos luchando por preservar la privacidad. Por otro lado, la presión pública ha provocado que muchas empresas refuercen su seguridad digital y ofrezcan a sus clientes servicios de comunicaciones totalmente encriptados. A partir de estas ideas hoy nos preguntamos ¿Cuánto vale nuestra privacidad?, días atrás recomendaba ver el documental Code Bias donde se hablaba sobre el reconocimiento facial, pero más allá de esto una de las expositoras nos dice: “China desde hace tiempo atrás viene recopilando la información de sus ciudadanos, a diferencia de Estados Unidos ellos lo hacen de forma transparente dejándolo claro con sus ciudadanos, no así Estados Unidos”… yo agregaría, no así la mayoría de países del mundo.
Algunos países están adoptando marcos legales que protegen a las personas contra las intrusiones de los Estados y las empresas (podríamos decir que en Costa Rica dicha función la cumple la PRODHAB).
Existen casos particulares, donde surgen de igual forma proyectos innovadores como la construcción de un vecindario “inteligente” esto en Toronto donde se enfrentan a un mayor escrutinio de sus prácticas relacionadas con el uso de sus datos. «Imaginaba crear una Ciudad Inteligente de Privacidad, no una Ciudad Inteligente de Vigilancia», escribió Ann Cavoukian, una experta canadiense líder en privacidad, cuando renunció al proyecto.
Pensar en nuestra privacidad no debe de ser una utopía, después de todo en la declaración Universal de derechos humanos en su principio 12 está plasmado:
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques. Fuente: https://www.un.org/es/documents/udhr/UDHR_booklet_SP_web.pdf
Tenemos las responsabilidad de seguir trabajando en dicho tema con ir procurar despertar el sentido de valoración por nuestra privacidad, después de todo ya las grandes compañías tecnológicas tienen claro este tema, recordemos que con el avance de la tecnología y la capacidad de procesar, relacionar y analizar datos que las empresas están desarrollando en los últimos tiempos (Facebook, Amazon, Google, Microsoft, etc.), los datos de sus empleados, clientes (nosotros somos esos clientes) y proveedores hoy por hoy son el petróleo del siglo XXI, en esta carrera por conocer los hábitos, costumbres y necesidades y así poder ofrecer valor añadido o explotar esos nuevas tendencias de consumo.
Para escuchar más sobre los podcast de #TéDigital puede ir a la plataforma Spotify entre muchas otras conocidas: https://open.spotify.com/show/1RjU3p6xIDgZ6rGbgojXZ4